Noche llena de estrellas,
luna tímida entre nubes negras;
llovizna tenue que apenas comienza.
El viento que salta de la ventana a tu cuerpo,
tan bello, tan quieto.
Respiras con calma, apenas te mueves;
ni siquiera imaginas que te veo mientras duermes.
Intento dejarlo pero sé que es en vano:
quedaré despierto, hasta que amanezca,
no sea que al cerrar los ojos desaparezcas.