…nómbrame Caballero, para pelear tus batallas, vencer al dragón de la rutina y a la bruja mala del olvido; nómbrame Caballero, para luchar en tu nombre, llevando tu sonrisa como estandarte y la lluvia de tu mirada como armadura; y, al final de la jornada, sólo por eso, lánzame la trenza interminable de tu pelo, para subir a la torre, hablarte de amor y robarte un beso…